Recuerdo de sí: mayo 2014

Retrato de mujer, Faiyum

100-150, grecorromana, Egipto,

Milwaukee Museum of Art)

De la permanencia del recuerdo de sí en uno mismo

Una de las preguntas fundamentales respecto al desarrollo de uno mismo, es cómo hacer que la conciencia o el recuerdo de sí sea permanente. Como todo fenómeno en el cosmos el recuerdo de sí requiere de tres fuerzas. La ley de tres en una fórmula general para la ocurrencia de todo fenómeno en el universo y la consciencia, recuerdo de sí o lo que llamamos despertar no son una excepción.

La primera fuerza es la fuerza opuesta, que generalmente viene de nuestro sueño, promovido por nuestro ser inferior. La segunda fuerza somos nosotros en nuestro deseo de despertar, desde donde tratamos de recordarnos a nosotros mismos, desde donde intentamos dividir la atención para generar presencia. La tercera fuerza es la clave, es un ingrediente misterioso que debemos descubrir en nosotros. En este punto podemos comprender la expresión “Conocete a ti mismo.” Uno requiere conocerse a sí mismo de modo de aproximarse, a través de muchos intentos, ensayos y errores, a conocer esta tercera fuerza que en uno mismo puede completar la tríada del despertar. Uno debe conocer qué cosas lo conmueven, qué cosas pueden penetrar hasta nuestra esencia, manteniéndola despierta y atenta.

Por lo general este objeto o tercera fuerza tiene un componente emocional, y puede ser desde la expectativa de una cita amorosa hasta la percepción de fuerzas superiores que guían la vida de cada uno. Otras cosas muy simples pueden ser una tercera fuerza, como por ejemplo, saber que hoy veré a mis amigos y que compartiremos una cena o una copa de vino. Por lo general el poder de la tercera fuerza, o fuerza motivadora, se pierde si nos identificamos con ella, y con esto decae la composición de la triada del despertar transformándola en una triada de apego o identificación. Es por esto que debemos aprender que significa estar identificados, y los métodos para luchar contra la identificación. He aquí la utilidad de las escuelas y del estudio de sí mismo.

Muchas de las cosas que nos conducen al despertar están frente a nuestros ojos, y se requiere de un esfuerzo diario y apoyo específico de quienes tienen más experiencia y de fuerzas superiores para que comencemos a ver y comprender la felicidad de que todo está a favor y disponible para quien desea, con sincero corazón, mantener la luz permanente del recuerdo de si sobre sí mismo.

Germán Miño

Santiago de Chile