viernes, 23 de enero de 2015

Recuerdo de sí, boletín de enero de 2015

Enero de 2015

















Los usos de la fricción

En las salidas al bosque de la niñez, tratábamos de aprender a hacer fuego frotando dos ramitas entre sí. La fricción entre superficies convierte la energía cinética (potencial) en energía térmica o fuego.

Cuando el fuego es fuerte, pronto se apropia de la materia que se amontona encima de él
y la consume, elevándose más por medio de este mismo material.
Marco Aurelio

La fricción puede surgir cuando nos molesten las circunstancias en cualquier momento: el cuarto demasiado caluroso, el tráfico demasiado lento, el amigo que no responde en el teléfono, o el talento frustrándose ante una tarea sin dimensión para él. Estas son fricciones ordinarias, pero otras ocurren como parte del trabajo sobre sí mismo; las veces que no somos capaces de encontrar un modo de recordarnos, la noche en que se pierde la lucha con el propio rasgo principal en la mesa de la cena, o un duda sobre nuestra capacidad de despertar.

Dos clases de beneficios se pueden lograr de la fricción.  Las fricciones más simples nos muestran un espejo de nosotros mismos.  A una persona le importa el tráfico lento, por estar centrada en el centro motriz, mientras que  un tipo emocional en el mismo automóvil puede apreciar la conversación al punto de estar distraído a una frenada.  Un pasajero taciturno puede ocasionarle fricción a un tipo emocional, en tanto que esto no es problema para la mayoría de los tipos instintivos y así sucesivamente.  Cuando la fricción comience a generar emociones negativas, podemos crear un choque en nuestro trabajo usando la situación como espejo.  Podemos separarnos de la fuente de la fricción, y seguirla hasta lo que sea que dentro de nosotros esté incómodo.  Es una buena manera de ver el propio tipo, debilidad principal y los topes habituales frente a la realidad.  Nuestro observador interior aprecia estos momentos de visión, para ver mejor aquello con lo que tiene que trabajar.

Haciendo del cuerpo la pieza inferior de madera y de la sílaba Om la pieza superior,
y por la práctica de la fricción de la meditación,
uno percibe al Ser luminoso.
Upanishads

Pero las fricciones pequeñas son difíciles de sostener y fáciles de eliminar mediante la expresión de emociones negativas.  Como una Niña Exploradora de nueve años, mi paciencia nunca duró lo suficiente como para crear fuego de verdad usando dos ramitas.

El sufrimiento importante es de otra categoría.  La fricción de este nivel ofrece posibilidades superiores: en vez de separar meramente al observador de los propios pensamientos, emociones e instintos, el sufrimiento real tiene el potencial para ocasionar que nosotros soltemos todo lo que somos y siempre fuimos.  El sufrimiento real pude transformarnos, creando un estado de muerte y renacimiento. La fricción es aquí un catalizador y no una herramienta; el sufrimiento puede disminuir, como una antorcha que simplemente enciende el nuevo estado.

El fuego por medio del cual se obtiene la fusión se produce con “fricción,” que a su vez
se produce en el hombre por la lucha entre el “sí” y el “no.”  Si un hombre da paso a todos sus deseos,
o los consiente, no habrá lucha interior en él, ninguna “fricción,” ningún fuego.
Pero si, en nombre de obtener un propósito definido, lucha con los deseos que lo estorban, entonces  creará un fuego que gradualmente transformará su mundo interior en un todo único.
P. D. Ouspensky


Rowena L.



--- x ---

REUNIONES INFORMATIVAS GRATUITAS:
Escribir a buenosaires@beingpresent.org 
o llamar al (011) 4821-4808 desde la Argentina o al +5411-4821-4808 desde el exterior.
Visita también: http://livingpresence.com/spanish/home-Spanish.html


Páginas amigas:
http://mysticisma.com/ (en inglés)