Separación y unidad
Un niño
recién nacido mira y no se separa de lo que ve; su mirada abarca todo, no
rechaza nada. Unos años después, el sentido de
‘yo’ se desarrolla y el niño descubre y hace conocer sus deseos desde este
nuevo sentido de identidad. No solo se
desarrolla un ‘yo’ sino muchos ‘yoes’, cada uno con sus gustos y disgustos,
preferencias y rechazos. Ya no estamos más unidos con lo que
nos rodea, sino separados y fragmentados.
“Eres
una unidad. Te partes en dos. Ahora eres dos. ¿Qué harás?" - Evangelio de
Tomás
En el
Cuarto Camino, al estudiante se le pide que descubra todos los aspectos de sí
mismo, que recoja estas partes difusas y
forje una unidad temporaria que le permita conectarse con su identidad
verdadera y eterna: el Yo real. Paradójicamente,
primero viene el trabajo en la separación, esta vez intencionalmente; no de
acuerdo con lo que nos gusta o disgusta de nosotros, sino de acuerdo con lo que
sea real o no dentro de nosotros. Los que estén atraidos por este trabajo puede
que ya hayan experimentado el sabor de quienes son de verdad. Esos relámpagos
de estados superiores sirven al trabajo en la separación, porque cuando se
conoce el sabor del Yo real puede comenzar la separación correcta.
“Sin
darse cuenta de la diferencia entre el Yo y la personalidad falsa, todos los
esfuerzos solo fortalecen al aspecto más débil. Como dije, esta separación es
la base de todo el trabajo sobre sí. A menos que se comprenda esta idea,
nada se puede lograr; en todo uno debe comenzar a partir de eso.” Peter Ouspensky, El Cuarto Camino
nada se puede lograr; en todo uno debe comenzar a partir de eso.” Peter Ouspensky, El Cuarto Camino
¿Qué no es real dentro de
nosotros? Cualquier cosa que podamos observar desde ese estado superior, pues
solo lo superior puede ver lo inferior. Los
muchos 'yoes', los estados de imaginación e identificación, todos los aspectos
del sueño despierto que nos gobierna en los momentos ordinarios y que nos
distraen de nosotros mismos. El cuadro imaginario de nosotros mismos,
perfeccionado a través de años, es otro obstáculo, ya que rara vez se basa en
quienes somos de verdad.
“En imaginación, uno vive la vida de otras persona, porque todo se toma
prestado por imitación.” Robert Burton
Cuando
saboreamos nuestro ser verdadero –un estado superior por sobre los muchos
‘yoes’– experimentamos la unidad, aunque brevemente. Trabajamos para recordar
este estado (y regresar a él) y mantenerlo separado de los muchos ‘yoes’ que
nos asaltan. Con práctica, podemos permanecer en este estado superior,
experimentando nuestro verdadero ser, separándonos más completamente y por momentos
más largos. En este punto, los ‘yoes’ pueden oírse débilmente, pero no nos
distraen.
¿Pero lo
podemos hacer ya mismo? Se necesita conocimiento para separarse
correctamente.
Al
principio, podemos ser testigos de una de las funciones inferiores desde el
punto de vista de otra función inferior (como el centro intelectual mirando y
comentando sobre sensaciones o emociones). Llegar a la ubicación correcta del
verdadero ser que observa sin comentar, alabar o culpar, sino con separación y
amor es vital. La parte intelectual de nuestro propio centro instintivo tiene
su propio sitio de observación, pero le falta la comprensión emocional o amor. Una
trampa común es usar esta parte para la observación de sí, ya que este aspecto
no se puede desarrollar.
“Todos quienes hayan caído en el pozo de la separación encontrarán una
cuerda y una salida.” Rumi
La separación correcta incluye un darse cuenta emocional, porque el ser verdadero tiene la comprensión de que el momento es perfecto y que todo está bien. Aún el sufrimiento puede ser usado por este estado superior como un medio de permanecer despierto. Al reconocer este estado, al llegar a reconocerlo como un amante, terminamos en la unión con nuestro mundo y el ser real.
Aunque
nacimos unidos con el mundo, perdimos nuestra unidad original, astillándonos en
fragmentos que no se conocen entre sí. Nuestra tarea es reunir nuestros seres
fragmentarios en un todo que funcione, que algo superior dentro de nosotros
pueda comenzar a usarlo y dirigirlo. Aquí se cierra el círculo.
“Cuando
no hay más separación entre ‘esto’ o ‘aquello,’ es lo que se llama el punto
quieto del Tao.
En el punto quieto del centro del círculo uno puede ver lo infinito en todo." Chuang Tsé
En el punto quieto del centro del círculo uno puede ver lo infinito en todo." Chuang Tsé
No
regresamos a la unidad sin diferenciación de la infancia, sino a un darse cuenta
gozoso de quiénes somos en verdad, tomando nuestro lugar en el universo para
ver cómo podríamos estar al servicio de lo que ocurre en este mismo momento. Debemos
ser pequeños de nuevo para renacer a este estado superior. La separación
correcta es esencial para este renacimiento. Cada momento nos invita. Solo lo
que sea real puede cruzar el umbral.
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La
Fellowship of Friends (Comunidad de Amigos), una Escuela práctica en la
tradición del Cuarto Camino de Gurdjieff y Ouspensky se presentará en
radio a través de distintos estudiantes del Centro de Buenos Aires,
todos los miércoles de Octubre a las 17 horas en 104.7 FM “Radio
Dakota” en el programa Dakota News.
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REUNIONES INFORMATIVAS GRATUITAS TODOS LOS MARTES
escribir a buenosaires@beingpresent.org o llamar al (011) 4821-4808 desde la Argentina o al +5411-4821-4808 desde el exterior.
Visita también: http://livingpresence.com/spanish/home-Spanish.html
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