viernes, 15 de marzo de 2013

¿Por qué estamos aquí?

Feto, gentileza @Science Photo Library


¿Por qué estamos aquí?




¿Cuál es el propósito del hombre sobre este planeta? ¿Por qué aparentemente somos el único ejemplo de humanidad en el universo? ¿Somos una anomalía o fuimos creados especialmente?

Estas son preguntas que se les ocurren a todos en algún momento de sus vidas. ¿Son importantes? Gurdjieff y Ouspensky tienen algo que decir sobre esto (ver más tarde), pero ya podemos suponer algunas de las respuestas solo observando la naturaleza.

Una de las leyes de la naturaleza es que nada se desperdicia. Todo lo que se produce o descarta es usado; por así decirlo, comido por algo. Las cosas que desechamos son consumidas de otra manera. Esto incluye la energía que desechamos al expresar emociones negativas o gritando y cantando en eventos públicos tales como partidos de fútbol. E incluye una descarga masiva de energía cuando morimos. Esto no desaparece solamente. Todo es usado por la naturaleza y, por cierto, esta lo necesita.

En la economía del universo nada se pierde y cierta energía que ha terminado su trabajo en un plano, se va a otro. – Gurdjieff

Otra ley de la naturaleza es que todo está vivo. La gente y los científicos no lo ven porque consideran todo en la misma escala. De acuerdo con Gurdjieff, los planetas, las lunas, los soles y las galaxias están tan vivos como las personas, pero en escalas enormemente diferentes. No podemos ver que la Tierra está viva porque su vida se mide en miles de millones de años. La vida entera de un hombre pasa en una “respiración” de la vida de la Tierra.

Todos estos cuerpos celestes tienen sus necesidades y la Tierra tiene una tarea: La de absorber rayos cósmicos que provienen del universo y del sol y retransmitirlos digeridos de nuevo a los planetas y, especialmente, a la luna.  Para esto la Tierra tiene una “piel” diferente que absorbe y procesa estas energías. Esa piel es toda la vida orgánica en nuestro planeta, incluso la humanidad.

La vida orgánica sobre la tierra alimenta la luna. Todo lo que vive sobre la tierra, las personas, los animales, las plantas, es alimento para la luna. La luna es un enorme ser viviente que se alimenta de todo lo que vive y crece sobre la tierra.  – Gurdjieff

La luna no tiene atmósfera y no puede digerir los rayos cósmicos.  Estos son demasiado intensos y rebotan en su superficie. Pero puede absorber material más “blando,” como campos magnéticos. Estos la hacen más viva. La Tierra tiene un rico campo magnético complejo: su propio magnetismo más la  suma total de todos los campos magnéticos que rodean los seres orgánicos vivos. 

El hombre que grita y canta en partidos de fútbol, en conciertos pop, en  manifestaciones o expresa negatividad alimenta a la luna. En especial cuando se muere, alimenta a la luna. Cuando la luna tiene hambre necesita que mueran montones de hombres. Gurdjieff dice que esta es la razón principal de las guerras.

Todo lo que vive libera a su muerte cierta cantidad de la energía que lo ha “animado”; esta energía, o las “almas” de todo lo que vive –plantas, animales, personas– es atraída a la luna como por un enorme electroimán, llevándole la calidez y la vida de la que depende su crecimiento. – Gurdjieff

Pero hay otra posibilidad.

Esta posibilidad está presente en todos los seres humanos. No es más que un principio, un anteproyecto. No es necesario para la vida normal y, por cierto, la vasta mayoría de las personas nunca lo usa y ni siquiera sabe que exista. Es una semilla que está presente en nosotros desde el nacimiento.
Esta semilla puede florecer en un Ser Consciente tan omnipresente y poderoso que pueda gobernar toda la propia psicología y cuerpo. Toda la vida cambiará al ver el propósito cósmico de todo lo que existe, el orden apropiado de las cosas y el propio lugar en él. Y este Ser será inmortal.

Pero con el fin de que esto suceda la semilla debe ser alimentada y cuidada, como una planta. En un ser humano ordinario, no hay nada que pueda hacer esto al principio. El hombre debe primero desarrollar un aspecto en su psicología cuyo único trabajo y propósito en la vida sea desarrollar esta semilla con determinación, mientras que continúe con todas las otras necesidades de la vida. Este es el “Observador,” que gana gradualmente cada vez más control sobre sus propias debilidades y hábitos.

Gurdjieff y Ouspensky nos dicen que si trabajamos consistentemente en desarrollar este aspecto, entonces un día podemos volvernos amos de nosotros mismos, liberarnos y estar conscientes a nuestra vida y todo lo que nos rodea. 

La parte mecánica de nuestra vida depende de la luna […]. Si desarrollamos en nosotros consciencia y voluntad y sujetamos nuestra vida y todas nuestras manifestaciones mecánicas a ellas, escaparemos del poder de la luna.  – Gurdjieff

Solo entonces completaremos el verdadero propósito para el que fuera puesto el hombre en este planeta, es decir, para engrosar las filas de los Seres Conscientes del universo.

John S.


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