lunes, 2 de junio de 2014

Recuerdo de sí, boletín de junio de 2014



Junio de 2014





















La esencia de la realidad


La esencia del ser es devenir.
Heráclito


Nacemos desnudos, con nuestras cualidades esenciales aún intactas.  Cuando encontramos una escuela, la personalidad que ha crecido para cubrir mucho de nuestra esencia es penetrada por la observación.  En lugar de tomar la identidad de la programación social, o hasta de los gustos de la esencia, cambiamos al rol de observador de lo que vemos.  No somos lo que observamos; ahora nuestra identidad está separada.


La esencia es la simiente de nuestro ser interior.  

Al separarnos de todo lo que cubre nuestra esencia, al darnos cuenta de nuestra naturaleza esencial, despertamos.


La mente corrupta no es la esencia de la propia naturaleza; algo se ha agregado: un intruso.
El Buda


Comenzamos a ver el mundo real, ahora sin el color de nuestros miedos y esperanzas.  Cuando estamos presentes, el mundo real nos enfrenta y podemos responder a las necesidades del momento: la mirada del amigo que indica la necesidad de consuelo, la llamada de un pájaro afuera que de otro modo no podríamos haber oído.  Cada pequeño choque cuando estamos presentes ya no es más un fastidio ni una interrupción, sino otro catalizador para estar presente y compartir la presencia.  El mundo de la naturaleza nos llama ahora con su mayor pureza.


El propósito y la esencia de la vida conocida, lo transitorio, es formar y decidir la identidad para la vida desconocida. Lo permanente.
Whitman


Nuestras preocupaciones y frustraciones se caen a medida que las grandes leyes cósmicas detrás del mundo real surgen para mostrar por qué las cosas deben ser como son.  Los intervalos en las octavas que hemos buscado completar por largo tiempo, obedecen a la ley cósmica de los siete y son tan bellos como la nota que se completa.  Las tríadas que fallan en formarse deben aceptarse con un espíritu similar, y la fuerza catalizadora esencial para lograr las cosas es, con frecuencia, la misma presencia.


El cuerpo es como un huevo; la esencia del hombre debe volverse pájaro en ese huevo a través de la calidez del amor:  
entonces puede escapar de su cuerpo y volar
en el mundo eterno del alma, más allá del espacio.
Sultán Veled


Regresamos un círculo entero en nuestra vida para alcanzar la presencia.   La esencia nace, luego se cubre hasta cierto grado con personalidad. El choque de encontrar una escuela y comenzar el trabajo por despertar crea un “freno” en este proceso.  Una nueva personalidad surge para el estudiante en una escuela: el yo observador, separado de lo que ve, separado del pensamiento.  La esencia surge con frescura en los estados elevados.


Luego de que todos los adornos del pensamiento se desvanecen,
la esencia del hombre se revela.
Maestro zen


Un yo observador entrenado reúne fuerzas hasta que pueda server como un mayordomo para los estados elevados, libre de lo irreal y lo innecesario.  La esencia, al darse cuenta de sí misma, usa cada momento para estar y mantenerse despierta.


El Atman es la esencia de la vida, el Atman vivo no muere.
Esa es la realidad, esa es la verdad, eso es lo que eres.
Upanishads


Rowena L.


  

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